jueves, 30 de noviembre de 2006


Mt. 25:8

NUESTRAS LAMPARAS

Dios es luz, dice la palabra de Dios ((1 Jn. 1:5), y nosotros también debemos serlo (Mt. 5:14)
Claro debemos tener que, según este relato, se necesita aceite para seguir ardiendo. No se puede arder con apariencias.
Respecto a la luz la palabra de Dios nos advierte que una luz no se enciende para esconderse debajo del “Almud”(Mr.4:21).El almud era una medida de capacidad usada para medir el cereal cosechado.
Cuando la palabra dice que no debemos esconder la luz debajo del almud se refiere que nuestra luz no debe ser tapada por los afanes de este siglo (Mr. 14:19)
Cuantos ministerios y propósitos de Dios escondidos y apagados por las cosas de este mundo, porque no han sabido sobreponerse a los problemas y afanes de esta vida.

En (Mr. 4:21) también dice que la luz no debe esconderse debajo de la cama. La cama representa la falta de preocupación, la negligencia. Creo personalmente que hay personas que no valoran lo que Dios ha hecho por sus vidas, toman el evangelio como una religión mas, sin darse cuenta que es la vida misma. Recordemos que la cama fue para David una gran trampa. (2 Sam. 11:2)
Ahora si ponemos la luz en un lugar oculto (Lc. 11:33), quizás alumbre…¿pero cuanto?
¿Que cantidad de luz?.

Seamos cristianos dignos del llamamiento con que fuimos llamados, andando en el señor siempre, agradecidos en todo, llevando frutos y creciendo en el conocimiento.
Pongamos la luz en alto.

Ptor. OMAR OLIVA

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