El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a la iglesia. (Ap. 2:29)
El Espíritu Santo pide atención cuando habla.
El oír es el principio del gran paso hacia la liberación.
Dios mira cuando escuchamos. (Jer. 6:10)
Así como hay un principio para nuestra liberación, que es el oír, hay cuatro principios también para nuestra ruina:
1) NO OIR (Pro. 8:34).
El enemigo se encargo de distraerle en la vida para que no escuche.
2) OIR, PERO HACERSE EL SORDO (Prov. 15:31)
No debemos hacernos los sordos a la palabra de amonestación. Cuando estamos mal, parece que nos hablan a nosotros solos y es así que estamos más sensibles y optamos por hacernos los sordos. Creemos que es correcto y no nos damos cuenta que el error, es uno de los más graves de la vida.
Nos hacemos los sordos porque el que nos habla no es de nuestro agrado, es ese líder al que no lo queremos mucho, sin darnos cuenta que el vaso lo escoge Dios para hablarnos.
3) OIR, PERO NO OBEDECER (Zac 7:11)
Este es al que le gusta el pecado y quiere seguir viviendo como esta. Aunque el mismo Dios descendiera de cielo, no lo escucharía. (Lc.16:30-31)
4) OIR, LO QUE QUEREMOS OIR.
Este es aquel que oye lo que le conviene. Todo consejo que ampare su proceder.
Esto es muy común hoy en día, donde hay personas que no se quedan con e consejo de su pastor, porque no les gusto y van por la vida, por su ciudad, por el Chat, buscando el consejo de otros pastores, que les diga lo que ellos quieren oír. Cuando lo encuentran, después de mucho tiempo, dicen…”Dios me hablo”: Nunca nada estuvo tan alejado de la realidad.
Amigos la fe viene por el oír (Pro. 10:17).Pero por el oír correctamente, es decir, la PALABRA DE DIOS, lo que Dios dice.
CONCLUCION:
“Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” (Sgo. 1:22)
Ptor OMAR OLIVA
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