jueves, 8 de marzo de 2007

EL TOQUE MILAGROSO


EL TOQUE MILAGROSO

Lc. 8:45-46

Este pasaje narra la historia de una mujer que durante 18 años sufría perdida de flujo de sangre. Un día decidió tocar a Jesús que venia pasando por allí y decía en su corazón…”si toco su ropa…seré sana”. Fue así que con gran esfuerzo, se abrió paso entre la multitud y sin molestar a Jesús, toco su ropa y al instante fue sana. Jesús se detiene y pregunta…¿Quién me ha tocado? Sus discípulos le dicen…”Maestro, muchos te tocan , te aprietan, te saludan, etc.”, pero el dice “No alguien me ha tocado deferente que el resto de la gente, porque poder salio de mi”.

Este fue un toque que “desprendió” violentamente la bendición de Dios.
Hay “oraciones” que desprenden violentamente la bendición y la respuesta de Dios. Como la oración del publicano (Lc 18:13).
Hay “determinaciones” que desprenden también violentamente la respuesta y la bendición de Dios, como la de los diez leprosos (Lc. 10:2) y como la mujer que con sus cabellos seco los pies de Jesús. (Lc. 7:38)
Y hay también palabras que desprenden violentamente la respuesta y la bendición de Dios. Tenemos el ejemplo de Jairo (Mt. 8:8) y la de la mujer cananea (Mt. 15:27).

Muchos eran os que tocaban a Jesús en ese momento, pero este fue un toque que despertó la “curiosidad de Jesús”.
No fue un toque común…

Fue un toque DESICIVO. Ella decía…”sin tan solamente tocare el borde de su manto seré sana. (Mt. 9:21)
Fue un toque SACRIFICADO. Ella se abrió paso entre la multitud. (Mr. 5:27)
Fue un toque DESESPERADO. Había sufrido mucho en manos de médicos y había gastado todo lo que tenia para poder ser sana. (Mt. 5:26)
Fue un toque NESECITADO. (Mt. 5:26)
Fue un toque de FE. Ella decía…”si tocare su manto seré sana” (Mr. 5:28) (Lc. 8:48)
Fue un toque PROFETIZADO. (Mr. 5:28)
Y fue un toque DETERMINADO. (Mr. 5:28)

Hay muchas formas de tocar a Jesús, la religión lo toca, la filosofía lo toca, la teología lo toca, pero no todos logran desprender el favor de Dios.
Este pasaje es un ejemplo de alguien que con humildad logro lo que la multitud en aquel momento no podía. ¿No te dice algo este pasaje?... ¿No pasa lo mismo hoy? De todos los que en nuestros cultos tocan semanalmente a Señor con las alabanzas, con las acciones, con los servicios, etc., ¿Cuantos de ellos logran desprender poder? Y… ¿Qué es poder?
Poder no es caerse cuando te oran y levantarte igual, admirarte por un mensaje poderoso y seguir siendo el mismo, ser sano de una enfermedad y perder tu alma, servir a Dios en la iglesia pero nunca cambiar, servir a la iglesia, pero no servir a Dios. Así podría enumerar una gran cantidad de ejemplos de lo que significa se parte de la multitud de aquel tiempo.

No seamos como los del montón, atrevámonos a ser diferentes y dejar un legado para las generaciones por venir, entre las que se encuentran nuestros hijos y nuestros nietos.

Ptor OMAR OLIVA

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