Nm.21:4-9
21:4 Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. 21:5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. 21:6 Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. 21:7 Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. 21:8 Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. 21:9 Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.
En este pasaje aparecen cuatro estados muy relacionados con la vida del hombre.
1) EL PECADO
a) El pueblo pasaba por una depresión espiritual. (v. 4) “Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino.”
b) Esta depresión lo lleva al pueblo a murmurar. (v. 5) “Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.”
c) Todos estamos expuestos a este peligro.
2) EL CASTIGO
a) Dios castiga la murmuración. ( v. 6)” Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.” Aunque murmuren cosas ciertas. (Nm. 12)
b) Habiendo antes sido protegido de todo animal dañino (Nm. 12), ahora son humillados por estos despreciables animales.
c) Que estragos tan tremendos ocasiona el PECADO en todo nuestro ser.
3) LA REACCION DEL PUEBLO.
a) Israel confiesa su pecado (v.7) “Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.”
b) Dios usa misericordiosamente las aflicciones para hacer que el pecador vuelva en si. (Lc. 15:16-17) “ 15:16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. 15:17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! “
c) El único que podía desatarles era Moisés, precisamente contra quien habían murmurado. Que vueltas tiene la vida, es como un bumerang, lo que arrojas es lo que recibirás de vuelta.
4) EL REMEDIO
a) Dios no quita la serpiente, sino que manda a hacer una serpiente de bronce y colocarla en un asta en lo alto del campamento. (v.8) “Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.”
b) Los que miraban la serpiente de bronce después de ser mordidos por ella, quedaban sanos al instante.
ENSEÑANZA: El hombre peco y Dios envió a su hijo en forma de hombre y nos salvo de la mordedura de la serpiente. La serpiente es Satanás y su mordedura mortal es el PECADO. Con una mirada de fe al que fue levantado por nosotros en lo alto de la cruz del calvario somos libres de la muerte para siempre.
Ptor OMAR OLIVA
21:4 Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino. 21:5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. 21:6 Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel. 21:7 Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo. 21:8 Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. 21:9 Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.
En este pasaje aparecen cuatro estados muy relacionados con la vida del hombre.
1) EL PECADO
a) El pueblo pasaba por una depresión espiritual. (v. 4) “Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino.”
b) Esta depresión lo lleva al pueblo a murmurar. (v. 5) “Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.”
c) Todos estamos expuestos a este peligro.
2) EL CASTIGO
a) Dios castiga la murmuración. ( v. 6)” Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.” Aunque murmuren cosas ciertas. (Nm. 12)
b) Habiendo antes sido protegido de todo animal dañino (Nm. 12), ahora son humillados por estos despreciables animales.
c) Que estragos tan tremendos ocasiona el PECADO en todo nuestro ser.
3) LA REACCION DEL PUEBLO.
a) Israel confiesa su pecado (v.7) “Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.”
b) Dios usa misericordiosamente las aflicciones para hacer que el pecador vuelva en si. (Lc. 15:16-17) “ 15:16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. 15:17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! “
c) El único que podía desatarles era Moisés, precisamente contra quien habían murmurado. Que vueltas tiene la vida, es como un bumerang, lo que arrojas es lo que recibirás de vuelta.
4) EL REMEDIO
a) Dios no quita la serpiente, sino que manda a hacer una serpiente de bronce y colocarla en un asta en lo alto del campamento. (v.8) “Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.”
b) Los que miraban la serpiente de bronce después de ser mordidos por ella, quedaban sanos al instante.
ENSEÑANZA: El hombre peco y Dios envió a su hijo en forma de hombre y nos salvo de la mordedura de la serpiente. La serpiente es Satanás y su mordedura mortal es el PECADO. Con una mirada de fe al que fue levantado por nosotros en lo alto de la cruz del calvario somos libres de la muerte para siempre.
Ptor OMAR OLIVA
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