CAMBIANDO NUESTRA PERSONALIDAD
Daniel 1:6-7
No es casualidad que cuando estos cuatros jóvenes sobresalientes, cuando llegan a Babilonia, lo primero que hace Nabucodonosor, rey de Babilonia, es cambiarles el nombre y la alimentación.
Daniel, su nombre significaba “Dios juzgará” y se lo cambio por “Belsassar”, que significa “Príncipe o amado de Bel (Baal) ,dios babilónico.
A Misael, que su nombre significaba “Quien como Dios”, se lo cambia y le pone por nombre “Mesac”, que significa “quien como Sac”. Sac era una diosa babilónica.
A Azarías que su nombre significa “Jehová el ayudador”, se lo cambio por Abed-Nego, que significa “siervo fiel de Nego (dios del fuego) y a Ananias, que significa “amado de Jehová” se lo cambio por “Sadrac” que significa “Siervo de Sur”, otro nombre del dios del fuego.
La comida también fueron cambiada. Es increíble que hoy también pase lo mismo. Cuando Satanás logra sacarnos el nombre de victoria, y lo cambia por derrota, felicidad, y lo cambia por tristeza, prosperidad, y lo cambia por miseria, es allí donde también comenzamos a cambiar nuestro régimen de comida y comenzamos a comer basura en vez de alimentarnos con la palabra de Dios, con fe, con actitud y con poder de Dios. Quiere Satanás que nos olvidemos de nuestras raíces, de nuestro principio. Nuestro principio es la cruz del calvario. De allí fuimos nuevas criaturas, nacidos para ganar, donde quiera que estemos y bajo cualquier circunstancia.
Satanás quería que estos jóvenes se olvidaran de quienes eran, de sus raíces, quería acostumbrarlos a la otra vida.
La batalla mas grande se libra en la mente del hombre, allí se pierde o se gana, donde tu decisión, es fundamental.
Ellos no aceptaron eso (1:8).No quisieron contaminarse con la comida del rey. Ellos hicieron historia porque no entregaron su identidad, no resignaron su herencia.
Ellos llegaron a ser grandes por conservar su fe (1:17-21)
Nunca renuncies a lo que Dios te ha dado, por mas tentadora que sea la propuesta (Mt. 4:9-10).
Se fiel a aquel que te llamo… “Hijo mío.”
Ptor OMAR OLIVA
Daniel 1:6-7
No es casualidad que cuando estos cuatros jóvenes sobresalientes, cuando llegan a Babilonia, lo primero que hace Nabucodonosor, rey de Babilonia, es cambiarles el nombre y la alimentación.
Daniel, su nombre significaba “Dios juzgará” y se lo cambio por “Belsassar”, que significa “Príncipe o amado de Bel (Baal) ,dios babilónico.
A Misael, que su nombre significaba “Quien como Dios”, se lo cambia y le pone por nombre “Mesac”, que significa “quien como Sac”. Sac era una diosa babilónica.
A Azarías que su nombre significa “Jehová el ayudador”, se lo cambio por Abed-Nego, que significa “siervo fiel de Nego (dios del fuego) y a Ananias, que significa “amado de Jehová” se lo cambio por “Sadrac” que significa “Siervo de Sur”, otro nombre del dios del fuego.
La comida también fueron cambiada. Es increíble que hoy también pase lo mismo. Cuando Satanás logra sacarnos el nombre de victoria, y lo cambia por derrota, felicidad, y lo cambia por tristeza, prosperidad, y lo cambia por miseria, es allí donde también comenzamos a cambiar nuestro régimen de comida y comenzamos a comer basura en vez de alimentarnos con la palabra de Dios, con fe, con actitud y con poder de Dios. Quiere Satanás que nos olvidemos de nuestras raíces, de nuestro principio. Nuestro principio es la cruz del calvario. De allí fuimos nuevas criaturas, nacidos para ganar, donde quiera que estemos y bajo cualquier circunstancia.
Satanás quería que estos jóvenes se olvidaran de quienes eran, de sus raíces, quería acostumbrarlos a la otra vida.
La batalla mas grande se libra en la mente del hombre, allí se pierde o se gana, donde tu decisión, es fundamental.
Ellos no aceptaron eso (1:8).No quisieron contaminarse con la comida del rey. Ellos hicieron historia porque no entregaron su identidad, no resignaron su herencia.
Ellos llegaron a ser grandes por conservar su fe (1:17-21)
Nunca renuncies a lo que Dios te ha dado, por mas tentadora que sea la propuesta (Mt. 4:9-10).
Se fiel a aquel que te llamo… “Hijo mío.”
Ptor OMAR OLIVA
No hay comentarios:
Publicar un comentario