viernes, 16 de febrero de 2007

UNA PALABRA PARA LA MUJER


DESDE QUIEN SOMOS Y HACIA DONDE VAMOS

Lc 15:22

Como el hijo prodigo nosotras también estábamos perdidas en un mundo sin esperanza y sin futuro. Nuestro alimento era muy escaso de cosas buenas y nuestra alma estaba sedienta.
Nos seducía la idea de ir a Dios. Fuimos excitadas por el Espíritu Santo para levantarnos de nuestra miseria y llagarnos a los brazos del Padre.
Llegamos sin nada para dar, sin nombre, y completamente avergonzadas. No pretendíamos mucho, como el hijo prodigo, solo pretendíamos un poquito de paz.
La sorpresa fue tan grande!!!
El hizo tres cambios radicales en nosotras que nos marco para siempre.
1)Puso anillo en nuestras manos. El anillo es sinónimo de herencia. El anillo era la herencia restituida del Padre. El anillo decía…¡¡¡Es mi hija!!! El anillo es sinónimo de prosperidad.
2)Puso sandalias en nuestros pies. Eso significa que nos doto de un “andar nuevo”. Ya no caminaríamos como antes, en derrota, sin nada por ganar, a partir de ese momento nuestro andar es diferente, el camino es el mismo, pero mi pisar no lo es. Comenzamos a pisar como hijas de reyes.
3)Nos puso ropa nueva. Nos mudo de la vieja. Esto significa, “nueva criatura”, “nueva identidad”.Ya no somos mas las cuidadoras de cerdos (lo que Satanás quería que fuésemos), sino hijas del Rey.
El camino y la vida es a misma, nada cambio por fuera, las que cambiamos fuimos nosotras. Ahora la vida la vemos desde otra perspectiva, y desde otra posición. De mendigos a Rey.
Ahora si que esperamos cosas, antes no y el que nada espera, nada recibe.
Hay una bendición que tiene tu nombre y apellido. Ve a buscarla.


Ptra CLAUDIA OLIVA

No hay comentarios: