jueves, 28 de diciembre de 2006

EL GRAN CONSEJO


EL GRAN CONSEJO

Esdras 10:4




Esta palabra es un aliciente, porque es altamente motivadora.
¿Cuál es mi obligación?
1) Desprenderme de todo aquello que me ate al fracaso. Ellos habían desobedecido a Dios tomando mujeres extranjeras( Esd. 10:2), y el desprenderse de las mujeres y de los hijos nacidos de ellas era un acto heroico y de gran determinación. Podían ver las espalda de sus esposas y de sus niños marchar para no volver a verlos nunca mas. Eso agrado a Dios, la acción de desprenderse a todo lo que lo ataba al fracaso y pensar en lo que Dios deseaba.
2) Es nuestra obligación esforzarnos. Me he cansado de ver personas que solo cumplen, y creen que esta bien, pero Dios pide esfuerzo, es decir, forzarse mas de lo normal. Lo hacemos a veces para cosas que no son transcendentes. ¿Como no hacerlo para nuestro salvador?
3) Es nuestra obligación poner mano a la obra. Esto significa “comprometerse”. Dios quiere compromisos, mas que lagrimas. Las lagrimas se secan, pero los compromisos son para siempre.
Nuestros altares se llenan los domingos de personas que dicen: Heme aquí !!! y después no se los ve nunca mas. Lloran en el altar, le piden perdón a Dios y luego de olvidan de la promesa que hicieron.
4) Nuestra obligación es pensar seriamente en el futuro. No podemos ser personas sin futuro. Nuestro futuro exitoso tiene origen dentro de nosotros. Allí es donde se gestan los sueños.
Animo, si te has equivocado en la vida, si te has alejado de Dios, todavía puedes ser sano, prospero, feliz, todavía puedes construir tu futuro.

“No es lo que la gente dice de ti lo que te hace diferente, sino es lo que tu dices de ti mismo lo que Dios ha dicho de ti, eso es lo que importa.”



Ptor OMAR OLIVA

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