lunes, 18 de diciembre de 2006

PARA LA MUJER


“Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído,
Hasta que yo Debora me levante, me levante como madre en Israel.” (Jueces 5:7)

He oído decir que una iglesia sin jóvenes es una iglesia sin vida. Sin embargo la experiencia me dice, que una iglesia sin mujeres, es una iglesia sin vida. Creo que las mujeres cumpliremos un papel muy importante, no solo en la sociedad, sino que en el reino de Dios nuestro Padre. En forma inaudita, la mujer aquí en mi ciudad, logramos entrar en un colegio muy prestigioso que solo era para hombres y nos convertimos en las alumnas mas destacables. En el liceo militar, que antes era para hombre y ahora es mixto, los mejores alumnos son mujeres. En nuestro hermano país de chile, el presidente de esa nación, es mujer y como hecho sobresaliente, aquí en mi ciudad por primera vez en 400 años el rector de la Universidad Nacional de Córdoba es una mujer.
No es casualidad que seamos tan perseguida por aquellos que dicen que el evangelio es “cosa de hombres”, cuando queremos marcar historia.
Gracias a Dios que siempre hay una Debora que no se somete a los religiosos fariseos de turno y cree que en Cristo todos podemos ser usados.
Amigas, no es casualidad que el primer mensaje de resurrección Dios se lo haya confiado a una mujer (Mt. 28:1-10) y que decir de la pastora Priscila con Aquila su esposo, siempre que se los nombra, se nombra primero a ella y después a el.
La mujer tiene la unción de multiplicación implícita en si, no solo en su organismo, ya que procrea, sino en su espíritu. Adán no podría haber procreado con una mona, ni con una perra, ni con una oveja, necesitó de la mujer. Si en una iglesia le haces levantar las manos a todos lo que conocieron el evangelio por una mujer…te llevaras la sorpresa de tu vida
Dios saco del interior de Adán la mujer para multiplicar, eso lo supo el doctor Chongi Cho que formo un ejercito de mujeres para predicar el evangelio y hoy tiene la iglesia mas grande del mundo. Si las mujeres queremos y nos organizamos en equipo, podemos llenar cualquier iglesia.
Ante la ruina y la decadencia que significa no ganar almas, no ver almas nuevas dentro de las iglesias, no crecer, las “Deboras” debemos levantarnos como madres y ejecutar porque hay unción en nosotras.
Cuando Dios bautizo con su Espíritu Santo a 120 personas, no discrimino entre hombre y mujer y los 120 salieron a predicar el evangelio, entre las cuales había mujeres. Anímate a orar por los enfermos, anímate a convertirte en una predicadora, en una profeta, en unas pastoras, Dios te usara.
Es nuestro tiempo, levantémonos y convirtámosnos en lo que Dios siempre deseo de nosotras.

Ptra. CLAUDIA OLIVA

No hay comentarios: