martes, 9 de enero de 2007

ACCIONES DE REINO


ACCIONES DE REINO

Mt.11:12


Todo cambio radical en nuestras vidas exige acciones de fe que vayan mas allá de nuestras fuerzas y de nuestra razón.
Esto es aplicable a todas las áreas que componen nuestras vidas. Tenemos en la Palabra de Dios el ejemplo de “la mujer con flujo de sangre” (Mt. 9:20-22), que para se sanada tubo una acción de fe que fue mas allá de sus fuerzas. También Naamán (2 R. 5:10-14), general del ejercito del rey de siria, que no entendió nunca eso de zambullirse siete veces en el rió, pero su acción de fe, fue mas allá de su razón. La mujer cananea (Mt. 15:21-28), que tubo una acción de fe que produjo sanidad en su hija y el ciego del estanque de Siloé (Jn. 9:1-7)que después de llenar de lodo sus ojos lo envió Jesús a un estanque a lavarse. El se habrá preguntado, ¿porque de esta forma?, como no puso su mano sobre mi y me sano, pero obedeció mas allá de su razón y fue al estanque y cuando se lavo los ojos, vio.

¿Y que decir en cuanto a los llamamientos profundos y personales?
También es lo mismo, cuando Israel tubo que tomar una decisión de fe que fue mas allá de sus fuerzas y razón, y tuvieron que despedir a sus esposas extranjeras y los nacidos de ellas (Esd. 10:3-4).Me imagino ver las espalda de sus mujeres y niños, para no volver a verlos nunca mas. ¡¡¡Vaya que esa es una acción de fe para ver cambios radicales!!!

Para las crisis económicas, también se necesita acciones de fe que vayan mas allá de nuestras fuerzas y razón.
Tenemos el ejemplo de la viuda de Sarepta (1 R. 17:8-16), que moría de hambre y sin embargo después de hacer su ultima torta para comer y dejarse morir, el profeta le dice…”dame primero a mi”.¿Usted que haría? Ella lo hizo y no le falto jamás el aceite y la harina, siempre Dios le proveyó en forma milagrosa hasta que llovió, por esa acción de fe.
Los cambios radicales debemos provocarlos y no esperar a que un hecho fortuito (suerte) los lleve a cabo. Hay que arriesgar en la vida si queremos ver la gloria de Dios.
Ana imploro tanto por su hijo y cuando Dios se lo dio, lo sembró a quien se lo había dado. (1 Sam. 2:28)
Amigos míos, la razón habla. La peores enemigas de la fe, es la razón y la realidad. La fe va en contra muchas veces de la razón, porque es irrazonable y vas en contra de la realidad, porque aunque la realidad dice una cosa, la fe dice otra.
La razón se alimenta de las circunstancias, se alimenta de lo que ven nuestros ojos, como Tomas.

Así que prepárate para ser un hombre una mujer de fe y activar acciones que rompan con lo común y te conviertan en un productor de milagros
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Ptor. OMAR OLIVA

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