sábado, 20 de enero de 2007




QUEBRANTANDO EL PODER DE BARJESUS

Hch. 13:2-12

Evangelio significa “buenas nuevas de salvación”. Los primeros misioneros escogidos por Dios fueron Pablo y Bernabé. Bernabé significa “consolación” y Pablo significa “pequeño”. Dios esta llamando no a gente grande a evangelizar, sino a aquellos que posiblemente son considerados pequeños, pero que tendrán una unción de “consolidación” para llevar el evangelio y ministrar a muchas vidas.

Posiblemente, cuando salimos a hacer la obra de Dios, lo primero que vemos son dificultades. Tal vez creas que la gente es dura en esa ciudad, pero no hay gente dura, sino lideres incrédulos.
Lo primero que encontraron Pablo y Bernabé fue una gran oposición satánica, un hombre completamente controlado por poderes demoníacos que estaba influenciando negativamente la vida del Procónsul a quien deseaban testificar.
Pablo identifico cuatro espíritus que operaban a través de la vida de aquel hombre endemoniado. El primer espíritu se llamaba “lleno de toda maldad”, el otro “enemigo de toda justicia”, el siguiente era “aquel que intentaba trastornar los caminos del Señor”, el demonio de tropiezo y por ultimo se hallaba el “espíritu de engaño”.

El Procónsul se sentía como atrapado. Jesús dijo que ninguno podía entrar a la casa del hombre fuerte si no le ataba primero. Es necesario primero atar al hombre fuerte, para luego despojarlo de sus bienes. Por eso, el apóstol busco en primer lugar, neutralizar el poder demoníaco, y con autoridad se enfrento a aquel falso profeta.
También identifico los cuatro demonios que lo acompañaban y allí mismo decreto juicio contra ellos.
El apóstol Pablo hizo uso de su autoridad para neutralizar los poderes del mal. También nosotros cuando nos enfrentamos a los poderes demoníacos, los debemos neutralizar en el “nombre de Jesús.”

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