NEGOCIAD
Lc. 19:11-27
En este pasaje, la verdad central es …”La responsabilidad y la actitud que debemos tener los hijos de Dios en cuanto a lo que se nos ha confiado en esta vida.”
“Negociad entre tanto que vengo” (v. 13)
Diez hombres en esta historia recibieron de parte de su Señor dinero para que lo hieran multiplicar y le rindieran cuando el regresara. Les confió los negocios del reino. Les dijo que negociaran con los recursos que el les dio.
Esos recursos debían generar “ganancias” al reino.
Lo importante es saber que el Señor sabia que esas ganancias variarían según la diligencia y la capacidad de cada uno, esa es la razón por la cual a algunos le confió más que a otros.
Al regresar el Señor, cada uno recibió su recompensa, porque habían hecho producir ganancias según la capacidad y diligencia de cada uno. Pero encontramos aquí un hecho triste que recibió una reprobación…
Hubo uno que adopto una actitud temerosa, pasiva, eso sumado a que pensaba que su señor ya regresaría (v. 20-26).
Es increíble pero hay personas así dentro de las filas de Dios que viven con miedo a tantas cosas en la vida que les hace mantener una actitud pasiva en las cosas de Dios y sumado al temor de que Jesús viene pronto, los hace cuidarse de comportarse mal y no entienden que su venida es sinónimo de gozo. Ellos ocupan sillas en las congregaciones pero son intranscendentes, ya que Satanás ha logrado…”anular su iniciativa propia.” Son buenos hermanos, excelentes padre de familia, pero no aptos para el llamamiento a formar parte de los que cambiaran la historia.
La sentencia fue muy fuerte…”mal siervo…”(v. 22). Que triste, pensar que estaba haciendo bien y era todo lo contrario.
Cuidado con guardar los dones y no ejecutar los ministerios que Dios nos ha dado, no valla a ser cosas que nos llevemos una sorpresa el día que estemos frente a El para rendir cuentas.
Ptor. OMAR OLVA
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