jueves, 4 de enero de 2007

TIEMPO DE LA MUJER


TIEMPO DE LA MUJER

Prov. 31:10




José Hernández, el celebre escritor Argentino del Matin Fiero, escribió en una de sus coplas lo siguiente…”Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera, tengan unión verdadera donde quiera que sea, porque si entre ellos se pelean…los devoran los de afuera.”
Si José Hernández supiera que hoy no son los de afuera que te devoran, sino los de adentro. Nosotras como mujeres hemos sufrido la mayor persecución desde adentro, por “ministros” que jamás nos permitieron ejercer ministerios.

He considerado en las escrituras dos cosas que tiene que ver con las mujeres…
La primera es que la mujer siempre que quiso marcar historia debió abrirse paso sola.
Nunca esperes que te promuevan o le den una oportunidad a tu ministerio en las congregaciones, deberás abrirte camino sola.
En la Palabra encontramos a las mujeres que hicieron historia y lo hicieron por abrirse camino solitas en la vida.
La mujer con flujo de sangre (Mt. 9:20), se abrió paso solita a pesar de su enfermedad, la mujer cananea (Mt. 15:21-28), a pesar de no ser judía, logro de parte de Jesús lo que necesitaba, la mujer que rompió el alabastro de perfume (Mt. 26:7), a pesar que no podía tocar a un judío, ella fue contra todo y se jugo solita, entrando aun a una casa que no era la suya e irrumpiendo en una reunión muy importante, la viuda que le pedía al juez justicia de su adversario (Lc. 18:1-8) y el juez le concedió, etc. Y así podría enumerarte muchas otras ocasiones en que la protagonista es la mujer, abriéndose camino solita.Esas son las mujeres que Dios usar, ábrete camino en la vida para que tu ministerio crezca. Siempre digo, si en tu congregación no hay espacio para una predicadora, vete de esa iglesia porque de quedarte…morirás en ella sin haber sido nada. Lucha por lo que Dios te ha dado.
Y segundo, creo en el ministerio de la mujer, porque simplemente siempre fuimos primeras en todo.
Primeras en la tumba (Jn. 20:1)
Primeras en proclamar la resurrección. (Mt. 28:8)
Primera testigo a los Judíos, (Lc. 2:37-38)
Asistimos a la primera reunión de oración. (Hch. 1:14)
Las primeras en recibir misioneros cristianos. (Pablo y Silas) en Europa. (Hch,16:13)
El primer convertido en Europa. (Hch. 16:14)

Ah, solo en una cosa fuimos ultimas…en la cruz, porque fuimos las ultimas que nos fuimos , ya que todos habían desaparecido. (Mr. 15:47).

Jeje!!!, a buen entendedor, pocas palabras.
Alguien me dijo algunas vez si estaba resentida con el hombre, por mis predicas y enseñanzas, le dije que no, que amaba a mi esposo y solo quería reivindicar nuestro espacio y sacar a la mujer del anonimato, para convertirlas en mujeres de potencia. Cuando dije así, sentí como que el cielo aplaudía.
Adelante mujer, es tu tiempo hoy, serás lo que Dios quiere que seas o no serás nada.

Ptra. CLAUDIA OLIVA

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