EL CANSANCIO
Lc.22:39-46
El Getsemaní, un lugar tan poético y tan misterioso la ves.
Que historia sorprendente y a la vez tan cierta y palpable en nuestros días.
Este era un momento muy especial para Jesús. El sentía el agotamiento del camino, del propósito, de la visión. Nosotros muchas veces en la vida nos sentimos o nos sentiremos cansados en la vida. El pesimismo, las pruebas, las circunstancias adversas, las faltas de respuestas, entre otras, producen en el hombre, un agotamiento interior, por mas cristiano que sea. Todos tenemos nuestro Getsemaní, donde muchas veces nos hemos debatido en nuestro interior si seguimos o no.
En su momento mas duro, el dijo…”Padre, si quieres, pasa de mi esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” (Lc. 22:42)
Jesús puso la voluntad de Dios, es decir, la visión, el camino, el propósito, por encima de sus deseos personales.
El nos enseño que la determinación de abandonar todo, no era suya sino del que le había confiado dicha labor, por eso dijo …”Si quieres”. Hay personas que creen que la determinación de dejar todo, es decir, dejar de congregarse, dejar de servir a Dios, dejar un ministerio, es determinación de ellos y no de quien le dio dicha tarea. ¡¡¡Que error tan grande !!! La respuesta de Dios fue… CONTINUA!!!
Jesús se encontraba en angustia, en pena extrema, en agonía.
Lo que Dios hizo fue ayudarle fortaleciéndole. Note que no le saco la agonía, solo lo fortaleció, como a Sadrac, Mesac y Abed-Nego, no los libro del horno, los libro del fuego. Hay cosas en la vida que deben ocurrir, es parte de la visión, del propósito, del camino que Dios ha escogido para tu vida.
El fue fortalecido y se levanto de la agonía de su Getsemaní animado, incentivado a continuar y fortalecer a otros.
El que estaba agotado, ahora tenia palabras de fe…”Y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación. (Lc. 22:46)
Como cambia la vida cuando Dios interviene y nos dejamos controlar por el.
Ptor. OMAR OLIVA
Lc.22:39-46
El Getsemaní, un lugar tan poético y tan misterioso la ves.
Que historia sorprendente y a la vez tan cierta y palpable en nuestros días.
Este era un momento muy especial para Jesús. El sentía el agotamiento del camino, del propósito, de la visión. Nosotros muchas veces en la vida nos sentimos o nos sentiremos cansados en la vida. El pesimismo, las pruebas, las circunstancias adversas, las faltas de respuestas, entre otras, producen en el hombre, un agotamiento interior, por mas cristiano que sea. Todos tenemos nuestro Getsemaní, donde muchas veces nos hemos debatido en nuestro interior si seguimos o no.
En su momento mas duro, el dijo…”Padre, si quieres, pasa de mi esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” (Lc. 22:42)
Jesús puso la voluntad de Dios, es decir, la visión, el camino, el propósito, por encima de sus deseos personales.
El nos enseño que la determinación de abandonar todo, no era suya sino del que le había confiado dicha labor, por eso dijo …”Si quieres”. Hay personas que creen que la determinación de dejar todo, es decir, dejar de congregarse, dejar de servir a Dios, dejar un ministerio, es determinación de ellos y no de quien le dio dicha tarea. ¡¡¡Que error tan grande !!! La respuesta de Dios fue… CONTINUA!!!
Jesús se encontraba en angustia, en pena extrema, en agonía.
Lo que Dios hizo fue ayudarle fortaleciéndole. Note que no le saco la agonía, solo lo fortaleció, como a Sadrac, Mesac y Abed-Nego, no los libro del horno, los libro del fuego. Hay cosas en la vida que deben ocurrir, es parte de la visión, del propósito, del camino que Dios ha escogido para tu vida.
El fue fortalecido y se levanto de la agonía de su Getsemaní animado, incentivado a continuar y fortalecer a otros.
El que estaba agotado, ahora tenia palabras de fe…”Y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación. (Lc. 22:46)
Como cambia la vida cuando Dios interviene y nos dejamos controlar por el.
Ptor. OMAR OLIVA
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