viernes, 19 de enero de 2007

ANANIAS Y SAFIRA


ANANIAS Y SAFIRA

Hch. 5

Por ese entonces la iglesia de Jerusalén había entrado en un gran avivamiento. Multitudes se salvaban y se sanaban. Pero aquí vemos un matrimonio que no había entrado en el avivamiento de Dios. Esto pasa actualmente, iglesias que están en avivamientos y hermanos que no han entrado en el, aunque se congreguen en la misma iglesia.
Ellos se sentían mal, porque habían acciones que correspondían a los que estaban bajo el avivamiento. El avivamiento produce acciones de fe, por eso las iglesias bajo el avivamiento de Dios prosperan, porque se convierten sus miembros en mas dadivosos y consagran sus vidas al mensaje de salvación, a tal punto que comienzan a multiplicarse y la iglesia comienza a crecer.
Ananias y Safira quisieron disimularlo y vendieron una propiedad, y mintiendo que daban todo el dinero para el señor, se guardaron la mitad.
Dios no quiere apariencias, el odia la hipocresía, sino que Dios quiere sinceridad de corazón. La vida de Ananias y Safira era una mentira.
El evangelio cada vez los apretaba mas, ellos estaban en medio de gente convertida. Ellos debían responder y respondieron con una mentira que les costo la vida. Ellos no tenían nada para dar. Eso es triste, después de tantos años de cristiano he encontrado personas sin nada para dar. Es porque nunca han vivido un avivamiento en sus vidas.
Fingir no es la salida, aparentar tampoco, la salida es someterse al Señor y dejar que el fuego se encienda en tu interior y vivirás tu avivamiento, aunque estés en una iglesia sin el fuego de Dios.
El avivamiento grupal, primero se enciende en forma individual. Conviértete en la mecha de tu congregación.

Ptor OMAR OLIVA

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